La historia de GRES DE NAVA es también la historia de una familia profundamente vinculada al barro cocido, al trabajo artesanal y al espíritu de superación.
Como fabricante de gres y cerámica rústica, nuestros orígenes se remontan a principios del siglo XX, cuando allá por el año 1907, Justo García dio forma a los primeros ladrillos con sus propias manos.
Eran tiempos de esfuerzo físico, paciencia y sabiduría transmitida de generación en generación.
Aquellos primeros ladrillos de barro cocido se moldeaban uno a uno, se secaban al sol en el suelo, y se cocían con ramera y otros materiales recogidos a mano de los pinares de Nava de la Asunción (Segovia).
Era un proceso completamente manual, pero lleno de conocimiento tradicional y respeto por la naturaleza.
Cada pieza reflejaba no solo el saber hacer, sino también la conexión íntima entre el hombre, la tierra y el fuego.
De la tradición a la modernización
El testigo pasó después a Jesús García, hijo de Justo, quien continuó la labor familiar y fue poco a poco mecanizando el proceso de producción de ladrillos y baldosas, algo que en su momento parecía impensable. Su visión sentó las bases del cambio, anticipando ese sentimiento de mejora continua que hoy sigue presente en cada rincón de GRES DE NAVA.
La verdadera revolución llegó con la tercera generación: Eduardo y Justo José García, nietos del primer ceramista. Su impulso innovador dio lugar a una nueva etapa de expansión y desarrollo tecnológico.
En 1989, fundaron una nueva planta de fabricación dedicada a la producción de material gresificado, incorporando maquinaria avanzada, sistemas de cocción más eficientes y una visión empresarial moderna. Fue entonces cuando GRES DE NAVA se consolidó como un referente nacional en la fabricación de gres extrusionado, ladrillo rústico y baldosas de barro cocido.
Desde entonces, la evolución ha sido constante. Las mejoras técnicas, la ampliación de la gama de productos, la incorporación de procesos sostenibles y el compromiso con la calidad garantizada de nuestros materiales cerámicos han sido pilares fundamentales de nuestro crecimiento.
Orgullo por el pasado, compromiso con el futuro
Hoy, más de un siglo después, en GRES DE NAVA seguimos trabajando con el mismo entusiasmo y respeto que nuestros antepasados. Fabricamos gres rústico extrusionado, balaustradas, ladrillo gresificado, baldosas de Barro Cocido Natural para interiores y exteriores y todo tipo de piezas decoradas, siempre con el compromiso de mantener vivo el legado familiar.
Nuestro equipo continúa desarrollando nuevas piezas y diseñando materiales que respondan a las necesidades actuales del sector de la construcción, el diseño y la rehabilitación de espacios. Todo ello sin perder la esencia: la autenticidad de la cerámica natural.